¿Te imaginas una planta que transforma el CO2 en roca? Islandia lo logró y así es como funciona
El cambio climático es una preocupación global debido a las consecuencias que podría acarrear en múltiples aspectos de la vida en la Tierra. Desde fenómenos meteorológicos extremos como huracanes más intensos y sequías prolongadas, hasta el aumento del nivel del mar que pone en peligro a las comunidades costeras, sus consecuencias son vastas y alarmantes. Estos eventos extremos no solo amenazan la infraestructura y la seguridad de las poblaciones afectadas, sino que también desencadenan crisis humanitarias al privar a las personas de alimentos, agua potable y vivienda en diversas regiones del planeta.
En este contexto, resulta imperativo buscar soluciones efectivas para abordar la crisis ambiental que enfrentamos. CarbFix propone una de estas soluciones, convertir el CO2 en roca.
Lo que encontrarás en este artículo
El organismo responsable de esta hazaña es Carbfix, un proyecto fundado en 2007 por Reykjavík Energy, la Universidad de Islandia, el CNRS de Toulouse y el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia. La idea detrás de CarbFix consiste en acelerar un proceso natural en el que el dióxido de carbono (CO2) disuelto interactúa con formaciones rocosas reactivas para formar minerales de carbonato.
Este proceso proporciona un método de almacenamiento de carbono permanente y amigable con el medio ambiente. En lugar de simplemente capturar y retener temporalmente el CO2, CarbFix busca convertirlo en una forma sólida y estable, reduciendo así su impacto en el cambio climático, dicha tecnología se está implementando actualmente en una planta de energía geotérmica ubicada en Hellisheidi, Islandia.
¿Cómo se puede transformar el CO2 en Roca?

El proceso puede parecer simple a primera vista, pero en realidad es bastante complejo. Comienza con la disolución del CO2 en agua, un proceso similar al que ocurre en un carbonatador de agua. Esta mezcla resultante es ácida y entra en contacto con las rocas subterráneas, liberando minerales como calcio, magnesio y hierro en el agua. Con el paso del tiempo, estos minerales se combinan con el CO2 disuelto y se solidifican, llenando los espacios vacíos dentro de las rocas.
Esta formación sólida, similar a una roca, puede permanecer allí durante muchos años, proporcionando un método de almacenamiento de carbono a largo plazo. La rapidez con la que ocurre este proceso ha sorprendido a los científicos, quienes han observado que la mineralización se completa en tan solo dos años.
Cuando se inyecta agua carbonatada en la tierra, tiende a hundirse debido a su mayor densidad en comparación con el agua circundante. Esta característica distingue este método de otros enfoques convencionales de captura y almacenamiento de carbono, que dependen de la roca para evitar posibles fugas de CO2 gaseoso. Las rocas basálticas jóvenes, debido a su naturaleza fracturada y porosa, permiten que el agua se filtre fácilmente a través de grietas interconectadas y espacios vacíos bajo tierra.

¿Se puede expandir a otras partes del mundo?
El proyecto se llevó a cabo en Islandia debido a su ubicación geográfica estratégica. La roca utilizada para el proceso de almacenamiento de CO2 es basáltica, y este tipo de roca es abundante en toda la isla. Además, la roca basáltica es la más común en la superficie terrestre en general, lo que sugiere que este método podría replicarse en cualquier parte del mundo.
Sin embargo, una de las principales preocupaciones asociadas con este proceso es la cantidad de agua necesaria. Se requieren 25 toneladas de agua por cada tonelada de CO2 para llevar a cabo el proceso de mineralización. En este sentido, Islandia resulta ideal debido a su clima, ya que es un país con abundantes precipitaciones y nieve. Esto contrasta con países que enfrentan escasez de agua, donde el uso intensivo de agua para este fin podría plantear desafíos adicionales.
¿Es la solución definitiva al calentamiento global?
No, el proyecto CarbFix es solo una de las muchas soluciones que deben implementarse para contrarrestar los efectos del cambio climático. Es crucial unir esfuerzos y continuar promoviendo ideas innovadoras como esta, que tienen el potencial de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los impactos del cambio climático. La diversificación de las estrategias de mitigación es fundamental para abordar los desafíos ambientales a los que nos enfrentamos, y proyectos como CarbFix representan un paso importante en la dirección correcta.
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