¿Por qué perdemos el gusto y olfato cuando tenemos gripa?
Perder el gusto y olfato son experiencias comunes durante un resfriado, afectando dos sentidos cruciales en nuestra vida diaria. Seguro has pasado por esos momentos incómodos de estornudos, tos y fiebre, pero ¿alguna vez te has preguntado por qué, al probar comida, dejas de percibir su sabor y aroma?
En este artículo, nos enfocaremos en explicarte qué sucede durante un resfriado que provoca esta pérdida temporal de sentidos. Es probable que te haya pasado, y aunque pueda resultar extraño, queremos tranquilizarte y ofrecerte consejos sobre cómo aliviar esa molestia. Así que, descubre qué está ocurriendo y cómo puedes sentirte mejor durante esos momentos desafiantes de un resfriado.
Lo que encontrarás en este artículo
¿Por qué perdemos el sentido del gusto cuando estamos resfriados?

Para comprender por qué perdemos el gusto y el olfato durante un resfriado, es esencial conocer cómo funcionan estos sentidos. El aroma que percibimos en nuestro entorno está compuesto por moléculas que pasan a estado gaseoso desde los objetos que nos rodean. Estas moléculas llegan a los receptores de nuestra nariz, envían señales a nuestros cerebros y las interpretamos como olor. Por otro lado, el sentido del gusto es responsabilidad de nuestras papilas gustativas.
Cuando estamos resfriados, experimentamos inflamación en el área nasal, lo que resulta en la secreción de moco. Esta inflamación impide que las partículas alcancen adecuadamente los receptores olfativos. En consecuencia, la pérdida de gusto se debe a la estrecha relación entre el sentido del olfato y el gusto, ya que comparten la misma cavidad nasofaríngea y están gestionados por la misma parte del cerebro.
¿Cuánto tiempo dura la pérdida de gusto y olfato?
La pérdida temporal del gusto y el olfato durante un resfriado generalmente es de corta duración y suele mejorar a medida que te recuperas de la infección viral. En la mayoría de los casos, estos sentidos comienzan a regresar gradualmente a medida que disminuye la congestión nasal y se reduce la inflamación en la nariz. Puede llevar unos días o semanas, pero suele ser reversible.
Sin embargo, en algunos casos, la pérdida del olfato (anosmia) puede persistir incluso después de la recuperación de la gripe. En tales situaciones, es recomendable consultar a un profesional de la salud para una evaluación más detallada, ya que la pérdida prolongada del olfato podría deberse a diversas causas, como infecciones sinusales crónicas, pólipos nasales u otros problemas de salud.
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