Esta es la construcción humana que se ve desde el espacio
La humanidad ha construido a lo largo de la historia verdaderas maravillas arquitectónicas y de ingeniería que desafían nuestro entendimiento de lo posible. Desde la Gran Muralla China, con su serpenteante trayectoria de más de 21,000 kilómetros, hasta las impresionantes pirámides de Egipto que han sobrevivido milenios como testimonio del ingenio humano. Incluso en tiempos modernos, el Burj Khalifa, con sus imponentes 828 metros de altura y su fachada metálica reluciente, se erige como una de las mayores hazañas arquitectónicas del mundo.
Sin embargo, a pesar de la magnificencia de estas estructuras, muy pocas son lo suficientemente vastas o impactantes como para ser vistas desde el espacio. Desde altitudes que superan los 350 kilómetros sobre la superficie terrestre, incluso las imponentes cadenas montañosas se desdibujan en el horizonte. Entonces, ¿Qué obra humana ha logrado destacar desde semejante altura?
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La respuesta nos lleva a un lugar inesperado: el sureste de España, específicamente a la provincia de Almería. Allí, en la pequeña llanura costera conocida como el Campo de Dalías, se encuentra una de las estructuras más impresionantes jamás captadas desde el espacio: el «Mar de Plástico», un vasto conjunto de invernaderos que se extienden por decenas de miles de hectáreas y que ha sido fotografiado por el satélite Landsat 9 de la NASA.

El Mar de Plástico
El 24 de mayo de 2022, el Generador Operacional de Imágenes de Tierra 2 (OLI-2) a bordo del satélite Landsat 9 capturó una imagen en color natural que revela la magnitud de estos invernaderos. Desde el espacio, la extensión de plástico blanco que cubre el área de El Ejido y sus alrededores brilla como una vasta lámina plateada, destacando en medio del árido paisaje de Almería.
Los invernaderos de Almería, apodados como el «Mar de Plástico», cubren actualmente más de 40,000 hectáreas de terreno, convirtiendo a esta región en uno de los centros agrícolas más importantes de Europa. Este mar artificial de plástico blanco refleja una cantidad considerable de luz solar, lo que ha generado un efecto de enfriamiento localizado en la región. Investigadores de la Universidad de Almería han descubierto que el albedo, o la capacidad de reflejar la luz solar, de esta superficie aumentó en un 10% entre 1983 y 2006, contribuyendo a una reducción de la temperatura en aproximadamente 0,3 °C por década.
Un oasis agrícola en medio de la aridez
Almería es conocida por ser una de las regiones más secas de Europa, con un clima que podría parecer poco propicio para la agricultura. Sin embargo, el acceso a aguas subterráneas y una abundante radiación solar han convertido a esta provincia en un ejemplo de innovación agrícola.
En la década de 1950, el Campo de Dalías estaba cubierto mayormente por vegetación de matorral y pastizales. Fue entonces cuando los agricultores comenzaron a experimentar con invernaderos rudimentarios, utilizando plástico para proteger sus cultivos del viento y de las aguas subterráneas salinas. Con el tiempo, descubrieron que el uso de estos invernaderos no solo protegía sus cultivos, sino que también aumentaba significativamente la productividad.
Hoy en día, los invernaderos de Almería emplean técnicas avanzadas como el riego por goteo, la hidroponía y el uso de sustratos artificiales, lo que les permite producir entre 2.5 y 3.5 millones de toneladas de frutas y hortalizas al año. Tomates, pimientos, pepinos y melones son solo algunos de los productos que se exportan desde Almería a toda Europa, especialmente durante las estaciones en las que la producción en otros países es limitada.
Una construcción artificial con impacto global
El «Mar de Plástico» no solo es una maravilla visible desde el espacio, sino que también es un motor económico clave para España y Europa. Su producción agrícola abastece a millones de personas y ha generado empleo y desarrollo en la región. Además, el impacto medioambiental de esta estructura ha sido objeto de estudio por parte de científicos y expertos en sostenibilidad.
El efecto de enfriamiento observado en la región de Almería es una rareza en un mundo donde el cambio climático provoca un aumento generalizado de las temperaturas. El reflejo de la luz solar por parte de los techos blancos de los invernaderos ha reducido la temperatura local, contrastando con el calentamiento observado en áreas circundantes.
Otras estructuras visibles desde el espacio
Si bien los invernaderos de Almería son una de las pocas estructuras humanas visibles desde el espacio, no son los únicos ejemplos de la capacidad de la humanidad para dejar una huella en el planeta. Desde la Estación Espacial Internacional (ISS), con el equipo óptico adecuado, es posible observar:
- Reservorios y embalses artificiales, que destacan por su tamaño y su superficie reflectante.
- Carreteras y autopistas iluminadas, especialmente en regiones densamente urbanizadas.
- Campos de cultivo del delta del Nilo, que forman un mosaico de colores en contraste con el desierto que los rodea.
Estas estructuras nos recuerdan el impacto visual y ecológico que tienen las actividades humanas en el planeta, incluso desde las alturas del espacio.
Conclusión
Los invernaderos de Almería son una muestra fascinante de cómo la innovación y la tecnología pueden transformar un entorno hostil en un centro de producción agrícola vital para Europa. Su visibilidad desde el espacio no solo los convierte en una curiosidad científica, sino también en un símbolo del ingenio humano para adaptarse y prosperar en cualquier entorno.
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