Astronautas Logran Imprimir la Primera Pieza Metálica en 3D en el Espacio
Investigadores han logrado imprimir una pieza de metal a bordo de la Estación Espacial Internacional, marcando la primera vez que se alcanza este hito en el espacio. Según los expertos, esto podría representar avances significativos en el ámbito de la exploración espacial.
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Luego de numerosas pruebas y desafíos superados, un equipo de científicos, liderado por la Agencia Espacial Europea (ESA) logró en agosto imprimir una pieza de metal en 3D en condiciones de microgravedad. ¿Cómo lo lograron y qué beneficios nos brindará esta tecnología? Lo analizaremos a continuación.
La ISS es un laboratorio en órbita
La Estación Espacial Internacional (ISS) se encuentra a unos 400 kilómetros de la superficie terrestre, orbitando a una velocidad aproximada de 27,600 km/h. Por sus condiciones, que simulan la ingravidez, es un lugar muy idóneo para hacer experimentos entorno a la exploración espacial, como el desarrollo de nuevas tecnologías que se puedan usar para misiones tripuladas a otros planetas.
Por esta razón la ESA, en colaboración con la empresa Airbus, que se dedica, entre otras cosas, a la fabricación de aviones, envió a principios de 2024 una impresora especial capaz de trabajar con acero inoxidable, con el objetivo de probar su funcionamiento en un entorno de microgravedad.
Los desafíos de imprimir en el espacio
Ya sean figuras de acción de plástico, herramientas de trabajo o incluso ciertos tipos de casas, cuando imprimimos en 3D en la Tierra, tenemos a la gravedad de nuestro lado, ya que permite acomodar el material para que se mantenga en su lugar en lo que solidifica. En el espacio, con la microgravedad, las cosas se complican y es mucho más probable que los resultados de la impresión presenten múltiples fallas.
¿Cómo es que consiguieron imprimir una pieza de metal en el espacio?
La impresora utilizada funciona de manera similar a una impresora 3D convencional, pero en lugar de plástico, usa alambres de acero, que posteriormente son expuestos a muy altas temperaturas —para lo cual se emplea un potente láser— hasta que se funden. El producto de esa fundición es lo que, de manera paulatina y gracias a diversos sistemas de guía, da forma a la pieza deseada. Evidentemente, la impresora fue diseñada para operar en microgravedad.

¿En qué puede ser usada esta tecnología?
Las posibilidades de uso son muchas, pero quizá las más interesantes giran en torno a los vuelos espaciales tripulados. Si se pueden imprimir piezas de metal en el espacio, significa que, ante una posible emergencia, se pueden fabricar repuestos sin necesidad de enviarlos desde la Tierra. Esto es crucial si consideramos el gran esfuerzo que están haciendo agencias como la NASA para el esperado retorno del ser humano a la Luna y las primeras misiones tripuladas a Marte.
¿Qué harán con la pieza que se imprimió?
Según ha informado la ESA a través de su plataforma web, aún restan tres piezas más por imprimir en la ISS, es decir, serán cuatro en total. Sin embargo, es importante señalar que no todo el trabajo está cumplido, ya que estas piezas deberán ser enviadas a la Tierra, donde serán estudiadas a profundidad con la intención de analizar su calidad.
¿Es la primera vez que se logra algo así?
Como tal, no es que nunca antes se haya hecho una impresión 3D en el espacio, pero todas se habían realizado en plástico. Así que esta es la primera vez que se imprime una pieza en metal, por ello su importancia.
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