Primer Descenso Histórico de los Gases de Efecto Invernadero Responsables de la Destrucción de la Capa de Ozono
Por fin, buenas noticias: según un artículo publicado por la revista Nature, los gases de efecto invernadero han comenzado a disminuir, ofreciendo un rayo de esperanza. Las mediciones recientes indican que los niveles de hidroclorofluorocarbonos (HCFC) están en declive, gracias a la cooperación global y el compromiso con las regulaciones ambientales. En este artículo, analizaremos el impacto en la recuperación de la capa de ozono y los beneficios adicionales en la lucha contra el calentamiento global.
Lo que encontrarás en este artículo
El Protocolo de Montreal y la Eliminación de CFC

Desde su adopción en 1987, el Protocolo de Montreal ha sido un hito en la lucha contra el agotamiento de la capa de ozono. Su objetivo principal era reducir la producción y el uso de clorofluorocarbonos (CFC) y otras sustancias que agotan la capa de ozono (SAO). A lo largo de los años, se han realizado enmiendas y ajustes para fortalecer su efectividad.
El Protocolo de Montreal logró la eliminación global de la producción de CFC en 2010. Estas sustancias, una vez ampliamente utilizadas en refrigeración, aire acondicionado y otros campos, demostraron ser perjudiciales para la capa de ozono. A medida que los CFC fueron reemplazados por HCFC y luego por hidrofluorocarbonos (HFC), se redujo significativamente el agotamiento de la capa de ozono. Sin embargo, los HCFC, aunque menos dañinos que los CFC, aún tienen un impacto negativo en el clima debido a su potencial de calentamiento global.
¿Qué son los HCFC y cual es su Impacto en la capa de Ozono?

Los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), son compuestos formados por átomos de cloro, flúor, hidrógeno y carbono, liberados por productos como aerosoles, envases y espumas, contienen cloro y han contribuido al efecto invernadero. En 2021, sus emisiones alcanzaron un máximo histórico, exacerbando el calentamiento global. Sin embargo, las regulaciones internacionales están surtiendo efecto. Mediciones precisas en observatorios globales han demostrado que los niveles atmosféricos de HCFC están disminuyendo. Aunque el cambio fue sutil entre 2022 y 2023, ahora es más evidente. El Experimento Avanzado de Gases Atmosféricos Globales (AGAGE) y la NOAA de Estados Unidos respaldan estos hallazgos.
Beneficios para el Cambio Climático
Además de proteger la capa de ozono, el Protocolo de Montreal ha contribuido a evitar un calentamiento global significativo. Aunque hubo casos excepcionales de aumento en las emisiones de CFC, la tendencia general ha sido a la baja. El forzamiento radiativo directo debido a los CFC alcanzó su punto máximo en 2000 y ha disminuido desde entonces. Esto demuestra que el Protocolo no solo beneficia la capa de ozono, sino también el clima global.
Conclusiones
En resumen, el Protocolo de Montreal es un ejemplo exitoso de cooperación internacional para abordar problemas ambientales urgentes. Su impacto en la capa de ozono y el cambio climático es innegable. La disminución de los niveles atmosféricos de HCFC y su sustitución por HFC demuestran la efectividad de las regulaciones internacionales. Sin embargo, es necesario extender estas medidas para lograr resultados sostenibles a largo plazo. A medida que continuamos enfrentando desafíos ambientales, debemos seguir apoyando y fortaleciendo acuerdos como este para asegurar un futuro más sostenible.
Referencias
- Western, LM, Daniel, JS, Vollmer, MK et al. Una disminución del forzamiento radiativo y del cloro efectivo equivalente procedente de los hidroclorofluorocarbonos. Nat. Subir. Chang. (2024). https://doi.org/10.1038/s41558-024-02038-7
- Molina, M., Rowland, F. Fregadero estratosférico para clorofluorometanos: destrucción del ozono catalizada por átomos de cloro. Naturaleza 249 , 810–812 (1974). https://doi.org/10.1038/249810a0
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